Prueba de Autismo en Mujeres y Niñas
La Prueba del Cociente del Espectro Autista (AQ) es una herramienta de autoevaluación diseñada para medir rasgos asociados con el trastorno del espectro autista (TEA). Desarrollada originalmente por Simon Baron-Cohen y colegas en la Universidad de Cambridge en 2001, esta versión ha sido adaptada para detectar mejor el autismo en mujeres y niñas—un grupo en el que el autismo a menudo no se diagnostica. Las investigaciones, incluidas las de la Dra. Sarah Bargiela, autora de Camouflage: The Hidden Lives of Autistic Women, destacan que las mujeres y niñas autistas pueden presentarse de manera diferente a los hombres, a menudo enmascarando sus dificultades con imitación social, internalizando desafíos o desarrollando intereses especiales intensos que se alinean con las normas sociales (por ejemplo, lectura, arte o animales). Esta prueba busca identificar estos rasgos más sutiles, aunque no es una herramienta diagnóstica. Un diagnóstico formal requiere una evaluación por un profesional autorizado.
Instrucciones: Por favor, lee cada pregunta cuidadosamente e indica si se aplica a ti o no.
Pregunta 1 de 50
Me siento más atraída por las personas que por las cosas.
En desacuerdo | De acuerdo |
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La Prueba del Cociente del Espectro Autista (AQ) para Mujeres y Niñas es una herramienta de detección cuidadosamente diseñada destinada a arrojar luz sobre los rasgos asociados con el trastorno del espectro autista (TEA) en una población donde a menudo pasa desapercibido. El autismo históricamente ha sido visto a través de una lente centrada en los hombres, dejando a muchas mujeres y niñas sin diagnosticar o incomprendidas. Esta adaptación de la prueba AQ original, introducida por primera vez por Simon Baron-Cohen en 2001, busca abordar esa brecha centrándose en cómo los rasgos autistas podrían manifestarse de manera diferente en mujeres. Basándose en investigaciones, incluidas las ideas de la Dra. Sarah Bargiela, reconoce que las mujeres y niñas pueden camuflar sus luchas, integrándose en entornos sociales a través de la imitación o retirándose a mundos internos ricos de intereses intensos. Esta prueba no es solo una lista de preguntas—es un trampolín hacia la autoconciencia y, potencialmente, el apoyo.
Consta de 50 preguntas cuidadosamente diseñadas, la prueba explora cinco áreas clave: habilidades sociales, cambio de atención, atención al detalle, comunicación e imaginación. Cada sección captura una porción de experiencia que podría resonar con mujeres y niñas autistas, desde una preferencia por actividades solitarias hasta una habilidad para notar patrones que otros pasan por alto. El sistema de puntuación es sencillo pero matizado, asignando puntos según las respuestas alineadas con los rasgos autistas, resultando en un total entre 0 y 50. Aunque no es una herramienta diagnóstica, ofrece una instantánea que puede fomentar una reflexión más profunda o una conversación con un profesional. Su accesibilidad—gratuita y fácil de realizar—la convierte en un recurso valioso para cualquiera que tenga curiosidad sobre su neurotipo.
Lo que distingue a esta versión es su sensibilidad a las formas únicas en que el autismo puede presentarse en mujeres. Por ejemplo, una niña podría destacar en fingir encajar mientras se siente interiormente abrumada, o una mujer podría canalizar su enfoque en un pasatiempo socialmente aceptable como la lectura en lugar de un interés estereotípicamente “autista” como los horarios de trenes. La prueba no juzga—ilumina. Respaldada por validación estadística y aportes profesionales, equilibra confiabilidad con practicidad, asegurando que los resultados sean significativos pero no definitivos. Ya sea que estés explorando por ti misma o por un ser querido, esta prueba AQ te invita a considerar la posibilidad del autismo desde una nueva perspectiva, ofreciendo claridad en un mundo donde las experiencias de las mujeres a menudo se pasan por alto.
Esta prueba AQ consta de 50 preguntas en cinco áreas donde los rasgos autistas pueden manifestarse, particularmente en mujeres y niñas:
- Habilidad Social: Comodidad en entornos sociales y capacidad para navegar en relaciones, a menudo enmascarada en mujeres.
- Cambio de Atención: Flexibilidad para cambiar el enfoque, con una tendencia hacia la rutina o intereses intensos.
- Atención al Detalle: Sensibilidad a detalles sensoriales o patrones, a veces expresada en actividades creativas o intelectuales.
- Comunicación: Procesamiento de señales verbales y no verbales, con posibles desafíos ocultos por estrategias compensatorias.
- Imaginación: Pensamiento abstracto y creatividad, que puede diferir de las expectativas estereotípicas.
Cada pregunta ofrece cuatro respuestas: “totalmente de acuerdo”, “ligeramente de acuerdo”, “ligeramente en desacuerdo” o “totalmente en desacuerdo”. La puntuación asigna 1 punto por respuestas alineadas con rasgos autistas (notadas como “INVERTIDAS” cuando corresponda), dando un puntaje total de 0 a 50.
Responde cada pregunta según cómo te sientes o te comportas en general. No hay una opción “neutral”—elige la respuesta que mejor encaje. Los resultados proporcionarán información sobre rasgos relacionados con el autismo, pero no son concluyentes. Si tu puntaje o experiencias sugieren que el autismo podría ser relevante, considera consultar a un profesional.