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Prueba de Lectura de la Mente en los Ojos (RMET)

La prueba “Lectura de la Mente en los Ojos”, desarrollada por el profesor Simon Baron-Cohen y su equipo en la Universidad de Cambridge, evalúa la capacidad de una persona para reconocer emociones a partir de señales faciales sutiles. A menudo utilizada en la investigación sobre el autismo, la prueba presenta imágenes de ojos y pide a los participantes que identifiquen la emoción, ofreciendo una visión de las capacidades de la teoría de la mente.

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RMET

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La Prueba de Lectura de la Mente en los Ojos (RMET) es una medida psicológica ampliamente reconocida, desarrollada para evaluar las diferencias individuales en la teoría de la mente—la capacidad de entender e inferir los pensamientos, emociones e intenciones de los demás. Proveniente de la investigación del profesor Simon Baron-Cohen y sus colegas en el Centro de Investigación de Autismo de la Universidad de Cambridge, la prueba fue introducida inicialmente a finales de los años 90. Fue diseñada principalmente para investigar las deficiencias de la cognición social en individuos con condiciones del espectro autista, particularmente en adultos de inteligencia normal o alta.

La prueba está compuesta por una serie de fotografías en blanco y negro que muestran solo la región de los ojos de diferentes actores y modelos. Para cada imagen, se pide al participante que elija cuál de los cuatro términos de estado mental describe mejor lo que la persona en la foto está pensando o sintiendo. Las opciones suelen incluir descriptores emocionales o cognitivos matizados como “escéptico”, “avergonzado”, “nervioso” o “contemplativo”. Este formato busca aprovechar habilidades interpretativas de alto nivel más allá del reconocimiento básico de emociones.

Baron-Cohen y su equipo crearon inicialmente una versión infantil del RMET, pero fue la versión para adultos, revisada y estandarizada en 2001, la que ganó una tracción significativa en entornos clínicos y de investigación. La versión revisada incluye 36 ítems y se ha utilizado para estudiar poblaciones que van desde adultos neurotípicos hasta individuos con autismo, esquizofrenia, trastorno de personalidad límite y otras condiciones que afectan la cognición social.

El RMET se basa en el concepto de la teoría de la mente, o “mentalización”, que se refiere a nuestra capacidad para atribuir estados mentales a nosotros mismos y a los demás. Mientras que el desarrollo típico incluye la adquisición natural de estas habilidades temprano en la vida, los individuos con autismo a menudo muestran retrasos o déficits en la teoría de la mente, lo que lleva a dificultades para entender las señales sociales y responder a los demás de manera adecuada. El RMET sirve como una ventana a estos mecanismos cognitivos al probar la capacidad de leer estados mentales complejos a través de una mínima información visual.

Críticamente, el RMET no mide directamente la inteligencia, el lenguaje o la memoria, lo que lo hace particularmente útil para aislar la función cognitiva social. Ha sido traducido a numerosos idiomas y adaptado a diversos contextos culturales, aunque algunos investigadores han expresado preocupaciones sobre un posible sesgo cultural y la dependencia de la prueba en la comprensión del vocabulario y las etiquetas emocionales.

A pesar de estas limitaciones, el RMET sigue siendo uno de los instrumentos más comúnmente utilizados para evaluar la cognición social avanzada. Ha contribuido a numerosos estudios que investigan la empatía, las diferencias de género en la inteligencia emocional y los correlatos neurales de la percepción social. Los estudios de imágenes funcionales, por ejemplo, han demostrado que el rendimiento en el RMET está asociado con la actividad en regiones del cerebro involucradas en la cognición social, como el córtex prefrontal medial y la unión temporoparietal.

En resumen, el RMET proporciona una herramienta simple pero poderosa para evaluar cómo los individuos pueden interpretar los estados mentales de otros a partir de información visual limitada. Su relevancia abarca el diagnóstico clínico, la neurociencia cognitiva y la psicología del desarrollo.

¿Por qué usar esta prueba?

La Prueba de Lectura de la Mente en los Ojos ofrece una manera rápida y no invasiva de evaluar la cognición social, particularmente la teoría de la mente. Es especialmente valiosa para identificar déficits sutiles en poblaciones como individuos con autismo, esquizofrenia o ansiedad social. La prueba aísla el reconocimiento del estado mental sin depender en gran medida del lenguaje o la memoria, lo que la hace ideal para diversos grupos. Su fiabilidad, accesibilidad y sólida base de investigación la convierten en una herramienta confiable en entornos clínicos y académicos.